En la actualidad es común usar las palabras freelance y autónomo como sinónimos. Sin embargo, existen claras diferencias entre ambos, tanto en el tipo de trabajo que realizan como en la forma en la que ofrecen sus servicios.
Ahora bien, así como existen diferencias, también existen similitudes entre ambas actividades laborales. Por ejemplo, en ambos casos se prima la independencia en el ámbito laboral. Igualmente el vínculo laboral con el cliente normalmente no es por periodos prolongados e indefinidos .
Pero para poder esclarecer mejor este asunto, veamos las características propias de cada una de estas actividades.
Características de un freelance
Una de las características propias del trabajo freelance es que los servicios normalmente se ofrecen y proveen sin la existencia de un contrato propiamente dicho de por medio. Sin embargo, normalmente los acuerdos quedan registrados mediante sistemas de comunicación digitales, como por ejemplo en un chat. De hecho, el acuerdo laboral que hace la función de contrato, queda completado y finalizado cuando se entrega el trabajo.
Normalmente los trabajos efectuados por un freelance se relacionan con las tecnologías digitales, lo que hace posible que no sea necesario que se encuentre en la misma zona geográfica que el empleador. Por esto, en la actualidad principalmente se encargan de efectuar trabajos relacionados con el desarrollo y diseño web, con la programación de software y aplicaciones o con la redacción de documentos especializados.
De hecho, el mismo concepto de independencia de un freelance hace posible que pueda realizar trabajos para personas que se encuentran en otros países distantes fuera de la Unión Europea, pues normalmente no requiere la presencia física conjunta del empleador y el freelance para la realización del trabajo en cuestión.
Características de un autónomo
Ahora bien, con la expresión autónomo puede definirse a una persona que realiza actividades laborales por cuenta propia. Sin embargo, puede tratarse de un autónomo con actividades empresariales, profesionales o artísticas.
Tomando en cuenta esto, un autónomo puede ejercer de forma independiente una profesión, quizá como abogado, médico o arquitecto, por mencionar algunos ejemplos. Estas actividades podrán realizarlas en un local o en su hogar.
De igual manera un autónomo puede realizar actividades comerciales minoristas o mayoristas, ya sea en tiendas físicas o virtuales. Otros ejemplos de actividades laborales autónomas se relacionan con las actividades artísticas, como las relacionadas con el cine y el teatro. Adicionalmente, las actividades deportivas también pueden englobarse en la categoría de autónomas, en ciertos casos.
Cómo puedes notar con estos ejemplos, las actividades laborales realizadas por un freelance y un autónomo son totalmente distintas en la mayoría de las ocasiones.
Sin embargo, existen algunos trabajos que pueden ser efectuados tanto por un freelance como por un autónomo. Por ejemplo, puedes contratar a un diseñador gráfico autónomo para que realice un logotipo para tu empresa. Sin embargo, también puedes contratar a un freelance, quizás de otro país, para que realice el mismo logotipo.
Así que con todos los detalles que acabamos de ver, se puede notar claramente la diferencia entre un freelance y un autónomo.