Mantenerse al corriente con las obligaciones fiscales ante la Administración Tributaria es todo un reto. Cada año se producen pequeños cambios en la legislación fiscal, y es importante mantenerse al día para evitar cualquier complicación futura. En vista que son muchos los aspectos que deben tomarse en cuenta, lo mejor es contar con la asesoría de expertos en el tema. De hecho, lo más probable es que ya hayas contratado los servicios de un asesor. Con todo, surgen algunas preguntas: ¿qué servicios ofrecen las asesorías fiscales?, ¿es posible cambiar de asesoría? Y en caso afirmativo, ¿cuándo es el mejor momento para hacerlo? A continuación, responderemos estás y otras preguntas.
Qué hace un asesor fiscal
Dicho en términos sencillos, el trabajo de un asesor fiscal es asegurarse que sus clientes cumplan en tiempo y forma con sus obligaciones ante Hacienda. Al mismo tiempo, contribuye a que la contabilidad en la empresa se mantenga en orden, por lo que se puede realizar cualquier aclaración inmediatamente. La importancia de sus servicios estriba en el hecho de que la legislación fiscal está en constante cambio. Pero con su oportuna dirección, sus clientes logran cumplir fácilmente con sus obligaciones tributarias.
Sin embargo, no siempre es posible lograr una buena relación laboral con un asesor. En ese caso, lo mejor es buscar los servicios de una asesoría con la que podamos trabajar de la mejor manera. Por supuesto, este tipo de cambios puede generar ansiedad, pues implica transferir de un especialista a otro una gran cantidad de información importante. Ahora bien, ¿qué trámites deben efectuarse para validar el cambio? Analizaremos estos factores y veremos qué aspectos debemos tomar en cuenta al elegir la nueva asesoría fiscal. También veremos cuál es el mejor momento para realizar dicho cambio.
Factores a considerar antes de hacer el cambio
En realidad, puedes cambiar de asesoría en el momento en que te resulte más adecuado. Sin embargo, es importante destacar que antes habrá que verificar que el contrato que se firmó con la asesoría actual no tiene alguna cláusula qué obligue a respetar cierto tiempo de permanencia laboral con ellos. También es importante verificar las cláusulas que especifican los términos en caso de rescisión de contrato.
Después de asegurarse que no haya ninguna limitante basada en un acuerdo laboral, estarás listo para elegir el mejor momento para cambiar de asesoría. Sin embargo, es preferible que la transición se realice cuando el círculo fiscal está cerrado. Habitualmente esto ocurre al finalizar un trimestre. Sin embargo, según indican varios expertos, el mejor momento es a principios de año, pues le permite a la nueva asesoría llevar un registro contable y fiscal más exacto.
Ahora bien, antes de firmar cualquier contrato es indispensable determinar cómo se solucionará cualquier asunto que haya quedado pendiente en la asesoría anterior. Por ejemplo, probablemente no se entregaron los libros contables con registros al día, por lo que habrá que actualizarlos. O tal vez no se hayan presentado todas las declaraciones de impuestos aplicables a la empresa. Incluso es probable que hayan quedado pendientes asuntos relacionados con despidos o con solicitudes de aplazamiento. En cualquier caso, es importante determinar desde el principio quién se encargará exactamente de cada actividad.
¿Qué datos debes entregarle a la nueva asesoría?
Básicamente, si deseas que la nueva asesoría realice el mismo trabajo que realizaba la anterior, tendrás que entregarle los mismos documentos e información. Esto no debería representar ningún problema, puesto que la anterior asesoría debe entregarte todos los datos y documentos que tenga. Finalmente, no son propiedad de ellos sino de la empresa con la que firmaron un contrato laboral.
Siendo más específicos, ¿qué información requerida tu nuevo asesor? En realidad dependerá de las actividades que quieras que desempeñe, y tus obligaciones financieras. En cualquier caso, al tratarse de expertos financieros, los integrantes de la asesoría podrán indicarte exactamente qué documentos necesitarán. A continuación mencionamos algunos documentos básicos que requeriras.
- Declaraciones de IVA trimestrales. También deben incluirse los resúmenes anuales presentados.
- Declaraciones de IRPF: en este caso, deben incluirse los pagos fraccionados realizados, los modelos 111 y 190, las declaraciones de renta y los modelo 115 y 180, en caso de haber alquilado locales de negocio sujetos a retención.
- Declaraciones censales, es decir, el modelo 036 o 037.
- Libros registros y contabilidad
- Cuentas anuales del Registro Mercantil
- Declaración anual de operaciones con terceras personas (modelo 347)
- Impuesto sobre Sociedades (modelo 200)
- Escrituras
- Documentación de los trabajadores, incluyendo los contratos, seguros sociales y sus nóminas.
- Cualquier documentación relacionada con otro pago de impuesto aplicable.
Por supuesto, se espera que la anterior asesoría entregue toda la documentación en orden. Sin embargo, en cualquier caso siempre es recomendable que la nueva asesoría realice una auditoría de toda la documentación recibida. Aunque todos los aspectos son importantes, es especialmente útil asegurarse de que los registros sean exactos. Y, como es lógico, en caso que sea evidente que la asesoría anterior no realizaba un buen trabajo, es aún más importante que se realice la auditoría con prontitud.
¿Es recomendable contratar los servicios de una asesoría online?
Tanto las asesorías físicas como las online tienen aspectos positivos y negativos. Una de las ventajas más atrayentes de las asesorías online es la facilidad con la que se transfiere la información con el cliente. Al privilegiar los procesos basados en la nube, los procesos fiscales se realizan fácilmente desde cualquier ubicación física, sin necesidad de desplazarse a las oficinas o despachos de los asesores.
Por otro lado, en vista que los procesos electrónicos facilitan el trabajo implicado, habitualmente las asesorías online son más económicas que las físicas. Además, en vista de la incertidumbre causada por el covid-19, se han convertido en una opción muy recomendable, pues se evita desplazarse innecesariamente a otras ubicaciones.
En cualquier caso, siempre es recomendable asegurarse de la confiabilidad de la asesoría fiscal que se desea contratar. Esto es especialmente importante tomando en cuenta que la información que manejarán es muy delicada. Además, su correcta gestión impide que se incurra en algún tipo de delito fiscal.