Habitualmente los autónomos deben realizar dos pagos tributarios: el Impuesto al Valor Añadido, o IVA, y el Impuesto sobre la Renta de Personas Físicas, o IRPF. Sin embargo, en ambos casos pueden realizarse deducciones que permiten pagar menos. ¿Sabes cómo se realizan? Con la finalidad de ayudarte a presentar las deducciones del IVA y del IRPF de forma correcta, a continuación hablaremos de los pormenores sobre el tema.
Conceptos generales de la deducción del IVA y del IRPF.
Al iniciar actividades como autónomo se contraen diferentes obligaciones relacionadas con la actividad laboral en cuestión. Las principales se relacionan con Hacienda y la Seguridad Social. Las gestiones relacionadas con estas dos entidades son trascendentales y en caso de incumplirlas acarrean consecuencias de sería consideración. Esto es cierto especialmente en los aspectos relacionados con los pagos de impuestos a Hacienda, puesto que bajo ciertas circunstancias podría considerarse su incumplimiento como «delitos fiscales».
Pues bien, con esta idea en mente es importante mencionar los aspectos relacionados con la deducción de impuestos, sin importar que se trate del IVA o del IRPF. En primer lugar, la correcta deducción podría representar un ahorro de aproximadamente 4.000 € por año, en comparación con quiénes no realizan dicha gestión. Sin embargo, en caso que se intenté presentar una cantidad mayor a la que realmente es deducible, se podrían acarrear serias consecuencias legales. Además, podrían acarrear sanciones e inspecciones por parte de Hacienda.
Ahora bien, los deducibles se relacionan con todos los gastos necesarios para desempeñar nuestra actividad laboral. Se trata de gastos indispensables, desde la óptica de la administración tributaria. Con esta idea en mente, se considera que este tipo de gastos no pueden ser tratados como beneficios, por lo que tampoco debiera pagarse algún tipo de impuesto por el equivalente a dichas cantidades. Pues bien, para corregir esta situación se utiliza el deducible, que en realidad corresponde a restar los gastos indispensables para la actividad laboral a las declaraciones del IVA y el IRPF.
¿Cómo se realiza la deducción de impuestos?
Esta pregunta surge en base al desgravado de gastos. El primer escenario es que no se consideren todos los gastos que pueden deducirse, con la consecuencia que no está completa la declaración, por lo que se pagarán más de lo debido. Por otro lado, existe la posibilidad que se desgraven más gastos de los reales, o por lo menos de los que permite Hacienda. Ambos errores pueden contribuir de forma negativa en la contabilidad de la empresa y, como resultado, en sus finanzas.
Para evitar cometer ambos errores es necesario comprender exactamente qué es un gasto deducible. Pues bien, se trata de gastos que se hayan hecho en bienes o servicios que sean necesarios y exclusivos para desempeñar de forma adecuada la actividad laboral. Además, únicamente se podrá deducir si se cuenta con una factura para comprobar dicho gasto. En algunos casos está permitido presentar tickets como comprobantes. Tomando en cuenta que la mayoría de los errores se originan en este punto, veamos con más detalle qué significa cada uno de estos aspectos.
Gastos necesarios y exclusivos
mencionamos anteriormente que un requisito para deducir un gasto es que sea necesario y exclusivo. Pero, ¿qué se considera como gasto necesario? Este es un punto que se presta a diversas interpretaciones. Por eso, es mejor considerar este aspecto desde la óptica de Hacienda. En pocas palabras, la administración tributaria considera que un gasto es deducible cuando el bien o servicio adquirido solamente se puede utilizar en el desarrollo de la actividad económica o laboral. Por lo tanto, no puede haber lugar a dudas en cuanto al uso que se le dará el bien o servicio contratado o adquirido. Como norma general, si no sabes exactamente si se trata de algo necesario y exclusivo es mejor que no lo presentes para deducción, puesto que lo más seguro es que no sea un gasto que cumpla con este requisito.
Podemos entender mejor este punto sí pensamos en un ejemplo. Por un lado, pensemos en un autónomo que debe realizar varias llamadas tanto a proveedores como a clientes para desarrollar adecuadamente su trabajo. Aunque pudiera considerarse que la compra de un smartphone es un gasto necesario, no podría decirse que es exclusivo. En realidad, también lo usará para sus actividades cotidianas, lo que implica comunicarse con amigos y familiares fuera del ámbito de trabajo. Por lo tanto, de acuerdo a la interpretación de Hacienda, este no puede considerarse como un gasto deducible.
Ahora imaginemos que este mismo autónomo requiere que su personal utilice uniformes para desempeñar sus actividades de trabajo. En este caso, podría considerarse que este gasto si es deducible, puesto que inequívocamente se usará esta vestimenta en el ámbito laboral. De hecho, no puede ser usada en ninguna otra ocasión, especialmente por los logotipos añadidos.
Comprobantes de gastos.
Para deducir un gasto no basta con tener un documento que acredite que el gasto se efectúo. Lo más habitual es que debe tenerse una factura debe y que cuente con algunos requisitos básicos, entre los que figura la fecha de emisión de la factura, los datos del proveedor, el número de factura, la descripción inequívoca del bien o servicio contratado o adquirido, el precio total libre de impuestos (también conocido como base imponible) y el porcentaje de IVA aplicado.
Sin embargo, algunos gastos que sí son exclusivos de la actividad económica realizada no pueden comprobarse a través de una factura. Por ejemplo, no existe ninguna forma de recibir una factura por concepto de las cuotas pagadas a la Seguridad Social. Lo mismo ocurre con otro tipo de gastos, como los derivados del transporte público. En algunos casos es posible utilizar el ticket recibido para deducir el IRPF. Sin embargo, debido a que no se tiene un comprobante del IVA cobrado, es decir una factura, no se puede deducir el Impuesto al Valor Añadido con un ticket.
En caso que tengas alguna duda al respecto, puedes buscar la asesoría de expertos en derecho tributario para evitar los errores comunes y, al mismo tiempo, presentar las deducciones correctas.